Como se especifica en la norma ISO 8573-1, la humedad es uno de los principales contaminantes de cualquier sistema de aire comprimido.
Al bajar la temperatura del aire comprimido baja su capacidad de contener humedad, incrementando la humedad relativa hasta el punto de saturación al 100%. La temperatura en la cual se tiene un 100% de humedad relativa es conocida también como temperatura de punto de rocío.

Al ser enfriado el aire comprimido a la temperatura de punto de rocío (100% humedad), la humedad comienza a condensar en agua (rocío) o inclusive hielo. ¡Esto significa agua en las tuberías del sistema!
En la siguiente imagen podemos observar la relación entre la temperatura del aire comprimido y la humedad relativa en el mismo, y por ende con la temperatura de punto de rocío:

Tener un monitoreo de la humedad absoluta, humedad relativa y principalmente del punto de rocío de tu sistema de aire comprimido te ayudará a evitar la presencia de agua, la cual puede ocasionar daños ya sea al sistema, máquinas y/o herramientas, o al proceso o producto final.
Esto puede significar un ahorro importante en mantenimiento y reparaciones, y en la reducción de mermas por piezas o procesos defectuosos por la presencia de agua en el aire comprimido.
Existen una variedad de monitores de punto de rocío que se ajustan a las necesidades puntuales de cada sistema. Desde medidores fijos montados en las líneas de aire comprimido para un monitoreo constante y registro histórico del comportamiento del punto de rocío en el sistema, hasta equipos portátiles con conectores rápidos para mediciones puntuales en ubicaciones o momentos determinados.

Para mayor información de cómo monitorear y mejorar la calidad de tu aire comprimido ponte en contacto con nosotros y uno de nuestros expertos de apoyará con tu proyecto.
Equipo de AIRFFICIENCY.